Corazón lleno de Dios
Abrazada por Dios Estoy sorprendida del amor de Dios una vez más. Bien me decían que era un Dios misericordioso y bueno, pero creo que hasta ahora es cuando lo estoy experimentando y con uso de razón, compruebo que su amor se presenta en mi vida. Hoy fue un día un poco gris. No sólo la tarde plomiza me pesaba en el alma sino también en mi corazón y en mi alegría. No quería comer, ni asistir a mis clases. Lo único que quería era cerrar los ojos y dormir toda la tarde hasta el día siguiente. No presté atención, no me concentraba. Si me preguntan qué vi en mis clases hay una niebla confusa que no me permite responder. Desde la mañana me acompañaba la pesadez en el corazón y por cada segundo del día, se hacía más pesado. Me hundía más en mi mente y en el sentimiento de tristeza que ya no quería sentirme así. Parecía un pozo con paredes de mantequilla, en el que cada intento de sujetarme de las paredes para salir, me resbalaba hasta el fondo de nuevo. No quería hablar con nadie....