Un abrazo a Jesús


Ya van más de 80 días de cuarentena. 

Y mi hashtag oficial de cuarentena se ha convertido en #YaDiositoPorfavor.

Es muy fácil ver los aspectos negativos, hasta parece que dan vueltas en nuestras mentes: vacaciones no realizadas, sueños frustrados, planes estropeados, distanciamiento de personas, bajar el promedio...etc.

Es fácil dejarse abatir por los cambios de la vida y perder la esperanza. Y nos cuesta, o al menos a mí, me ha costado mucho descubrir también aquellos aspectos positivos que nos da esta situación que nadie estaba preparado para vivir, y de la cual en el futuro le habremos aprendido algo. Se han multiplicado las cenas con las familias o el descanso del cuerpo.

Cuarentena tiene sus cosas buenas y malas, pero ¿qué pasa con nuestra espiritualidad?

En lo personal, ha sido muy complicada pero enriquecedora al mismo tiempo. Han habido días en los que siento a Dios como mi aliado y otros en los que no lo siento tanto y le pregunto dónde esta, que si el también anda en cuarentena o que pasa. Momentos en los estoy segura de seguirlo y otros no siento su paz. Ahora es cuando me doy cuenta de la necesidad de vivir la espiritualidad y alimentarla. 

Para mí, la Eucaristía es darle un abrazo a Jesús. Es recibirlo en nuestra vida y de corazón, creer que está ahí y que se queda con nosotros. Pero un abrazo bien, un abrazo fuerte y lleno de ternura y amor, un abrazo justo así: 


Instagram: uncorazonquearde

El jueves 11 de junio se celebra el día de Corpus Christi: el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, es decir, se celebra a Jesús en la Eucaristía. 

¿Quién iba a decir que el 10 de marzo sería el último día que iría a una capilla a comulgar? Esta cuarentena me ha servido para darme cuenta de la importancia de la Eucaristía, siempre me decían que era el alimento del alma, la fortaleza del espíritu y alegría para seguir y amar a Dios. Y yo decía, sí okay, okay. Y lo seguía, pero creo que no lo vivía al 100%, era una costumbre, era un sí quiero comulgarlo para estar mas cerca de Dios, para sentir su amor.

Pero ahora ha cambiado mi perspectiva, Jesús bien lo dijo:

 "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el ultimo día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en Mí, Y yo en él".

 San Juan 6,54-56.


Que razón. Estos meses sin comunión han sido meses en los que espiritualmente, he sentido que algo falta, en la que la fortaleza para afrontar los problemas ya no es la misma. Con la comunión sentía un escudo en mi corazón, ahora me siento vulnerable. Y sí, se hace la comunión espiritual en las misas los domingos en la tele, y sí, se siente el corazón en paz, pero no es lo mismo. Hace falta ese alimento, esa fuerza que Dios te da a través de la Eucaristía, jamás pensé que iba a extrañar tanto comulgar como ahora. Valorar ese regalo de Jesús de quedarse con nosotros, recordar el sacrificio que hizo por nosotros al entregar su vida.

Y me puse a pensar, wow, qué loco debe sonar eso, que sí resisto y sí soy fuerte en la vida pero recibir la Eucaristía es lo que da más fortaleza y es algo que como hijos de Dios, nos da la fuerza. Ay, que curioso, pero me puse a pensar, esque es ahí mismo donde nos damos cuenta de que tan frágiles somos como humanos, y no es una fragilidad mala, es una fragilidad con ternura, es un aceptar que necesitamos de Dios, es un aceptar que somos humanos y que Él nos llena de ese amor y esa fuerza. Si la vida sin comunión se lleva normal y sale, no me imagino como es con comunión... le da un plus a la vida, le da fuerza al espíritu para crecer, para trasmitir el amor, para actuar con bondad, para mantenerse firme en la fe, para llegar al cielo.

En la misa el domingo el padre mencionó que una cosa es creer en Jesús, muchos podemos creer en Jesús y hasta ahí, pero entonces agarramos la fuerza y lo difícil comienza cuando le crees a Jesúses decir, ya no solo crees en Él sino que le crees a Él. A que debemos amar a los demás, a nosotros, a Dios, a que Él es el camino, a que llegaremos al Reino de Dios, a que estaría con nosotros hasta el fin de los días. Y lo cumplió y lo sigue cumpliendo de muchas maneras. En la Eucaristía encontramos una de ellas.


Instagram: uncorazonquearde


Que emoción volver a comulgar, adorarlo en una hora santa, a recibir la Eucaristía con el corazón en gracia. En la cuarentena nos damos cuenta de la necesidad de Dios, y de la necesidad de seguir fortaleciendo el espíritu, ya no hay capilla todos los días, misa los domingos, comuniones, agua benditas, oportunidades de agradecer por los pequeños detalles de la vida que ocurrían día a día afuera porque en la casa todo el lo mismo.... se ha vuelto más difícil encontrar el espacio para orar o encontrase con Él, pero es como un reto, buscar otras maneras de seguir buscándolo, proponerse fortalecer la relación con Dios en lugar de que se pierda. Y por ello se celebra el día de Corpus Christi. 


Dato curioso: Eucaristía viene del griego y significa acción de gracias. 

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